La presente sequía, como en todas las que hemos padecido en años recientes y en el pasado,
han encontrado a la población totalmente desprevenida, con solamente algunas
presas construidas hace más de 20 años. Muy pocos ganaderos han tenido el
interés en henificar o ensilar forrajes, para utilizarse en la época en que se
presentan las carencias de lluvias, ocasionando por este motivo grandes
pérdidas de animales.
En estos
momentos de escases de alimento para los animales, se puede recurrir a una
planta que ha invadido casi en un 100% toda la geografía nacional. Nos
referimos a la leucaena o lino criollo, ampliamente difundida en todo el país
la cual es muy consumida por los animales de todas las especies. Esta planta
para la mayoría de los animales domésticos, está restringido su consumo por la
presencia de un alcaloide venenoso llamado “mimosina”. Este alcaloide produce
en los animales que consumen este forraje (leucaena), por encima de la cantidad
que según su peso y la especie a que pertenece puede consumir por día, caída
del pelo, perdida de la visión y otros males. Se ha establecido para cada
especie animal y según el peso de c/u, una cantidad determinada de este
forraje, por día.
En el caso
de los vacunos en la zona tropical, como está situada la Rep. Dominicana, la
leucaena se puede aplicar sin ninguna restricción. Esto se debe a que en la
zona tropical la bacteria Synergistes jonesii, la cual se aloja en el estómago
de los vacunos, descompone la “mimosina” convirtiéndola en una sustancia
inofensiva para la salud de los animales.
El país posee una gran cantidad de
leucaena, de diferentes variedades y también del resultado del cruce de estas,
las cuales se podrían podar, con la finalidad de proporcionar un forraje de muy
buena calidad proteica para los animales vacunos. Las demás especies de
animales se pueden alimentar con el forraje de este árbol, pero se debe
restringir a una cantidad determinada según el peso del animal.
La leucaena
además de ser muy apetecida por los vacunos y también por los demás animales domésticos,
tiene la gran ventaja de poseer un alto porcentaje de proteína. Tiene el doble
de proteína que la alfalfa, la cual es denominada la reina de las forrajeras
(16% de proteína). Esta sequia con todas las contrariedades que ha ocasionado
al país, podría traer a los ganaderos algunas ventajas. Entre esas ventajas
podrían estar: el uso de la leucaena en la alimentación diaria de los animales,
el almacenamiento de forraje como ensilaje o henificado, para la época de
escases y la construcción de lagunas para el almacenamiento del agua.
Ampliando más
sobre las ventajas que ofrece la leucaena, tanto en la alimentación animal como
en la alimentación humana, esta tiene como se indicó anteriormente un alto
porcentaje de proteína. En la parte foliar hojas y ramas tiene un 36 % de
proteína, la cual la sitúa entre las
principales plantas forrajeras de alta proporción de proteína. En cuanto a la
alimentación humana, las semillas se pueden preparar igual que la habichuela y
el sabor es muy agradable y sobre todo muy nutritivo.
Hemos realizado varias
pruebas en la alimentación humana y todo el que participa en esas
demostraciones, le agrada el sabor de la leucaena, consumida en combinación con
el arroz. Para evitar el efecto negativo de la mimosina en los humanos, se debe
cambiar el agua dos o tres veces durante el proceso de cocción de este
alimento, con la finalidad de eliminar la mimosina y hacerlo completamente
inofensivo para la salud humana.
Otra ventaja de la leucaena, es que fertiliza los terrenos donde está
sembrada. Como planta leguminosa posee en su sistema radicular, colonias de
bacterias del genero Rhizobium, las cuales viven en simbiosis con la leucaena,
proporcionándole el nitrógeno en forma asimilable y recibiendo en compensación,
hidratos de carbono para su nutrición. Si el ganadero o agricultor quiere
recibir este beneficio de las plantas de leucaena, debe inocular el suelo con
la bacteria específica para este árbol leguminoso, que es el Rhizobium loti.
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